domingo, 5 de diciembre de 2010

Por qué necesitas un Consejo de Administración

Autor : Xavier Enríquez Frutos, Socio Consultor ProfitConsulting

Tengo una empresa familiar que enfrentará su primera sucesión. La firma nació hace 15 años. Nuestro crecimiento es acelerado y queremos profesionalizar los procedimientos. ¿Cuáles son los primeros pasos que debe seguir una empresa familiar para lograrlo? ¿Necesito un Consejo de Administración?

El año 2000, la revista Fortune nombró a la energética estadounidense Enron como la séptima compañía más grande de Estados Unidos. Pero en octubre del 2001 reportó una pérdida trimestral de 638 millones de euros, para finalmente declarase en bancarrota en diciembre del mismo año. ¿Qué lo ocasionó? Falla en sus procesos contables y administrativos y un mal manejo por parte de la junta directiva.

Si bien es uno de los escándalos financieros más grandes de la historia, ninguna empresa, sin importar que sea grande o pequeña, está exenta de problemas provocados por la mala operación de los directivos. ¿La solución? Tener un Consejo de Administración útil que esté al pendiente del manejo de la firma y que influya al momento de tomar las decisiones.

Además, en un contexto como el de México, donde entre el 70% y el 90% de las organizaciones son empresas familiares -que tienen un índice de mortandad del 63% durante los dos primeros años, según cifras del INEGI-, la mejor forma de profesionalizar el negocio, enfrentar la competencia y lograr un crecimiento sostenido es crear un Consejo de Administración.

Una de las principales tareas del Consejo es asegurar que la empresa alcance los resultados deseados, que sea competitiva, cuidadosa en el uso de los recursos que usa y responsable con quienes intervienen en la operación de la empresa. Además de ayudar y orientar al cuerpo directivo, principalmente al Director General, en la toma de decisiones.

Este órgano está conformado por directivos -de la familia y externos- y consejeros independientes profesionales, quienes se ocupan del buen funcionamiento de la compañía en el corto y largo plazo. Parte de su labor es establecer las reglas en la relación familiar; es decir, qué papel tiene cada uno de los integrantes, lo que está permitido y lo que no.

Si ya decidiste que es momento de que tu empresa dé el salto, es conveniente que tomes en cuenta los siguientes consejos:

1 En el caso de las empresas familiares, el Consejo debe incluir un representante de cada una de las divisiones genealógicas de la familia, para que todos los miembros tengan voz y participen en cada una de las decisiones.

2 Lo más recomendable es que al momento de conformarlo contemples que el número integrantes sea impar, para evitar empates al momento de votar alguna propuesta. Lo más común es que sean entre cinco y 11 personas, dependiendo del tamaño de la empresa. El Presidente generalmente es el fundador de la compañía -aunque no es lo más recomendable-. En el caso de que por consenso se llegue a la decisión de que el consejo esté integrado por un número par y en alguna votación exista empate, el voto de calidad será del presidente del Consejo.

3 En todo Consejo de Administración es importante que algunos de los miembros sean externos a la familia (son los llamados "consejeros profesionales"), para así mediar en cuestiones que tengan que ver con el apellido y también para analizar las situaciones con una óptica objetiva.

4 Cualquier candidato para ocupar un lugar dentro del Consejo debe pasar por un proceso de selección riguroso, incluso más que un directivo: no debe estar ahí sólo por el hecho de ser familiar, amigo o compadre, pues en ese caso correrías el riesgo de que a todo diga que sí y esa no es la finalidad. Deben ser personas con gran experiencia, incluso en otras áreas a la que pertenecen en la compañía; con éxito probado en diferentes firmas. Considera que es indispensable que sean personas honestas y responsables. No los elijas porque conozcan mucho el producto o servicio que ofrece la compañía, sino porque su experiencia contribuya al crecimiento del negocio.

En adición, para profesionalizar tus procesos y hacer más competitiva tu compañía, puedes seguir estas cuatro recomendaciones:

1 Genera mandos medios competentes.

2 Crea un organigrama funcional, con descriptivos para todos los puestos. Que la gente que los ocupe esté ahí por la capacidad que tiene y no sólo por los lazos familiares.

3 Implemente políticas y sistemas de remuneración con base en las capacidades de cada persona.

4 Debes tener políticas de contratación iguales para los externos y para los familiares.





























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